The european observer

lunes, 19 de marzo de 2012

El precio de la legítima defensa: Caso “Baby” Etchecopar: Fue gatillado por la misma derecha que él defiende, por René Alberto Cruz

FUENTE: http://www.agenciapacourondo.com.ar/index.php?option=com_content&view=article&id=7155%3Acaso-baby-etchecopar-fue-gatillado-por-la-misma-derecha-que-el-defiende-por-rene-alberto-cruz&catid=76%3Asociedad&Itemid=161


Treinta años de políticas neoliberales contra el Pueblo, género exclusión en los barrios y villas donde habitan seres humanos que quedaron sumergidos en la pobreza más extrema y la desesperanza sin futuro. Treinta años de exclusión que destruyo hogares, donde madres se prostituían, donde padres desocupados se emborrachaban, hijos que iban a las escuelas o comedores solidarios para poder probar un bocado. Jóvenes que no conseguían trabajo, porque vivían en zonas rojas, zonas “peligrosas”, que los estigmatizaba también como jóvenes peligrosos.
Junto a esto la única respuesta de un estado que se achicaba y miraba para otro lado, igual que parte de la sociedad que justificaba que a los pibes se los asesinara, y que pedía mano dura, pena de muerte. Un estado ausente que se hacía presente en el “gatillo fácil” de la mano de la policía vinculada al delito. Respuesta de una sociedad donde el autoritarismo, el individualismo hacía estragos enraizándose profundamente en los individuos que solo pensaban en la salida individual del “sálvese quien pueda”, adormeciendo la solidaridad y el amor por el otro.
Como si esto fuese poco, avanzaba como un cáncer terminal la droga de los “poderosos” que invadía esas barriadas generando “negociados” inescrupulosos que terminaban con la vida de nuestros pibes. Allí participan policías, políticos y narcotraficantes, “delincuentes de guante blanco” que utilizan a estos jóvenes en el “trabajo sucio” de la prostitución, el robo de coches, la distribución de droga “liberando zonas”.
Exclusión que genero odio en jóvenes al extremo que no aprendieron a valorar la vida propia y menos la vida ajena. Jóvenes que no les importa morir hoy o mañana: “¿para que la vida si la exclusión nos mata la esperanza?”; “somos parte de los cementerios, estamos muerto en vida”; “el delito es el único camino para tener las zapatillas, la remera y el pantalón que la tele nos muestra todo el día”; “solo el paco aplaca el mucho dolor y aplaca esa ira por unos instantes”. Ese odio a un sistema injusto donde el delito es el que permite el éxito rápido y fácil, y donde los exitosos como Daniel Hadad pasan a ser ejemplos a imitar, porque no tienen valores; desde la militancia debemos ayudar a convertir en amor tanto odio para construir una sociedad de iguales, una sociedad más justa, donde nuestros pibes tengan las mismas oportunidades. Donde los padres tengan trabajo digno y puedan mirar con orgullo a sus esposas e hijos, y ellos tengan derecho a una niñez feliz, derecho a la educación; derechos que este gobierno, que conduce una mujer con mayúsculas, Cristina Fernández de Kirchner está intentando construir desde la ruina, desde tierra arrasada que Néstor Carlos Kirchner heredara.
Gobiernos neoliberales conducidos por militares y civiles que Baby Etchecopar y el grupo de amigos que hoy se solidarizan con tanto énfasis en los medios de comunicación por su desgraciada situación, defendieron y portaron en palabras las ideas del proyecto político de la década infame que arrincono en la desdicha y desesperanza a millones de familias argentinas. Esos periodistas, comunicadores de medios monopólicos importantes, que sembraron el veneno del odio al estilo de Nesutad y Grondona, hoy reciben una poción pequeña pero dolorosa de ese mismo veneno, producto de un sistema injusto que ellos ayudaron a hacer realidad. Le ha gatillado el propio sistema que clarín, la nación, perfil y toda la derecha defienden a ultranza, sin ahorrar esfuerzos para desestabilizar a un gobierno democráticamente elegido por más de un 54% de votos que se propone cambiar esa realidad.

No mataste a nadie, tenes que defender tu vida o la de un ser querido y te tratan peor que a un violador serial de niños...mas claro echale agua ¿NO?

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