En una semana, dos madres con sus dos hijos y la directora de la escuelaWestminster, en Banfield, fueron víctimas de secuestros express, en los que además de ser interceptados cuando circulaban en sus autos a la salida del establecimiento educativo, fueron llevados a su domicilio y desvalijados.
De acuerdo con la denuncia, los hechos ocurrieron al finalizar la jornada escolar, cuando las madres iban a bucar a sus hijos. En ese momento, denuncian ser interceptadas por delincuentes, quienes las llevan a sus domicilios para desvalijarlas.
Por su parte, la directora del establecimiento, identificada como Analía Menendez, pidió licencia tras haber sufrido un robo similar ya que, según allegados, la mujer vivió momentos de terror.
"Ya robaron a uno o dos padres por día. Esperan a que uno ingrese al auto y se suben en un momento de descuido. Se meten por sorpresa", contó Gladys, mamá de un alumno que asiste al Colegio Westminster.
La mujer, que detalló que los delincuentes sustraen celulares y zapatillas mayormente, anticipó que en reclamo de seguridad se movilizarán esta tarde en la zona, junto a comerciantes que también se ven afectados con frecuencia.
A raíz de las denuncia, se aumentó la presencia policial en la cuadra del colegio. Sin embargo, la preocupación de los padres y las autoridades del colegio aumenta.
Una de las madres afectadas relató esta mañana a la prensa el calvario que vivió hace 15 días con su hijo: "Eran las 12.30. Iba en mi auto y se me cruzó otro. Enseguida se bajaron tres tipos armados. Pasaron a mi hijo al auto de ellos y yo me quedé en el mío. Quisieron ir a mi casa y fuimos. Te buscan para sacarte todo lo que puedan", contó frente a las cámaras.
Más allá del susto y del mal momento, la mujer reconoció que los delincuentes no le hicieron nada. No la golpearon ni amenazaron, y negó que hayan sido violentos con su familia.
Por otro lado, aseguró que estas cosas se dan al voleo, aunque tienen estudiados los horarios de entrada y salida de los chicos. "Aprovechan la oportunidad y que sos mujer", planteó. Y añadió: "Acá hay horarios cortados y muchas veces te agarran cuando salís de acá, a varias cuadras".
Dos semanas después de protagonizar esta situación, la mujer confesó haber trazado algunas estrategias para despistar a los delincuentes. Entre ellas, cambiar el recorrido habitual y dar vueltas. "Te queda la impresión de ese día", concluyó.
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