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TENÍA 18 AÑOS Y HABRÍAN INTENTADO ROBARLE

Patota mató a adolescente en Moreno: familiares y amigos marcharon pidiendo justicia

Nicolás Matías Castillo salía de la casa de su papá y fue a la parada de colectivos cuando se produjo el ataque. Cayó desplomado , luego de los dos puntazos, casi sin chances de salvar la vida. Los agresores huyeron a pie y al parecer un automovilista los siguió por algunas cuadras, aunque después los perdió de vista. Alrededor de mil personas se juntaron frente a la puerta del colegio San Juan Bautista de Paso del Rey, dónde la víctima estudió.

Un joven de 18 años fue asesinado a puñaladas en un presunto intento de robo perpetrado en pleno centro de la localidad bonaerense de Moreno, a unos 40 kilómetros al oeste de la ciudad de Buenos Aires y sus familiares y amigos marcharon reclamando el esclarecimiento del crimen. El crimen se produjo ayer, cerca de las 18:00, cuando un chico, identificado como Nicolás Matías Castillo, esperaba un colectivo para ir a la casa de un amigo, a unos 150 metros del shopping de la zona céntrica de esa localidad. En un aparente asalto, el joven fue sorprendido por al menos dos desconocidos, que le aplicaron dos puntazos, por lo que cayó herido y murió minutos más tarde. Bajo el lema "Todos por Nicolás", familiares y amigos del joven asesinado, junto con vecinos de Moreno participaron de una marcha para reclamar por justicia. Alrededor de mil personas se juntaron frente a la puerta del colegio San Juan Bautista de Paso del Rey, dónde Nicolás estudió, ubicado en la intersección Padre Varvello y Necochea, y desde allí marcharon a la comisaría de la localidad de Paso del Rey, en el Partido de Moreno. En relación al trágico episodio, Héctor, un hombre que pasaba en auto por el lugar, aseguró que presenció el hecho. "Pensé primero que eran chicos jugando de manos, pero después lo vi caer y que uno de los que lo atacó le quería sacar las zapatillas. Por eso paré", sostuvo el hombre. "Salimos a perseguirlo, con otro hombre que tenía una moto. Se fueron del otro lado de la vía. Uno de ellos se dio vuelta la campera y cambio de color. Los dos tenían gorros de color claro", narró Héctor. El hombre dijo que cuando volvió al lugar del ataque vio al joven en el piso, inconsciente y con convulsiones, asistido por varios vecinos, aunque por el momento no había llegado la Policía. "Tenía el celular en la mano. Se lo tuvieron que sacar para ver si podían contactar a los padres, un amigo o la novia", continuó. "No puede ser lo que le pasó porque era un pibito. Si inclusive me puse peor cuando me enteré que se llama Nicolás, igual que mi hijo", dijo el hombre a la prensa, visiblemente emocionado.