Crimen en Mar del Plata: entran a robarle a su casa y lo matan delante de su novia
POR GUILLERMO VILLARREAL
Dos ladrones irrumpieron cuando el joven miraba una película. Le pidieron plata y le dieron un tiro en el pecho. Estaba con su pareja y la hija de ella. Es el segundo homicidio en la ciudad en cinco días.
MAR DEL PLATA. CORRESPONSAL - 11/01/13
“¡No, pará!”, atinó a decir Martín Sebastián Piva. Estaba con su novia y la hija de ella, de 9 años, cuando dos ladrones aparecieron dentro de su casa, exigiéndole “plata”. Pero no tuvo oportunidad de hacer nada este muchacho de 24 años. Alcanzó a ponerse de pie y en el acto recibió un balazo en el pecho. Murió a los pocos minutos en brazos de un vecino.
Fue el segundo crimen durante un robo que se registró en Mar del Plata en apenas cinco días y ocurrió en momentos en que la ciudad está atestada de agentes por el operativo de verano.
Al igual que en el homicidio de Fabián La Bella, un comerciante de 45 años asesinado en la puerta de su casa por dos motochorros, el viernes pasado, delante de su hijo adolescente, en este caso los ladrones lograron escapar y hasta anoche continuaban prófugos.
Como hacía calor en la tarde del miércoles, Martín Piva había dejado abierta la puerta de su casa. Vivía en un modesto departamento que había alquilado hacía más o menos un año en Casildo Villar al 1200, en el barrio El Martillo. Unos minutos después de las 20, él estaba sentado al frente del monitor de su computadora mirando una película y su novia se aprestaba a preparar la cena.
El departamento está en la planta alta. Según dijeron a Clarín fuentes de la investigación, los ladrones aparecieron repentinamente, apuntándolos y pidiéndoles dinero.
Apenas Piva se paró, le tiraron. “¡No, pará!”, alcanzó a decir.
No hallaron vaina en el lugar, pero aparentemente le dispararon con un revólver calibre 38.
Los asaltantes escaparon sin llevarse nada. Ayer, vecinos contaron que el joven estaba preocupado porque hacía unos pocos días había terminado su contrato en la fábrica de conservas de pescado donde trabajaba en el puerto. En estos días estaba desempleado .
Oscar Fuentes, el vecino que vive en la planta baja de la propiedad, oyó el disparó y subió rápido.
“Le tiraron a Martín, le tiraron a Martín”, gritó.
El chico estaba tendido en el suelo cuando llegó. Su relato fue desgarrador: “No sangraba, tenía un tiro abajo de la tetilla, pero había sangre en la puerta. Entré, lo vi en el piso y le alcé la cabeza.
Le puse el brazo abajo de la cabeza. ‘¡Aguantá, aguantá!’, le decía. Pero sabía que se estaba muriendo. Y murió en mis brazos ”, dijo. También remarcó la inseguridad que hay en esta zona marplatense, al sur, donde varios vecinos de la cuadra fueron asaltados en los últimos tiempos.
El crimen ocurrió a la misma hora en que la presidenta Cristina Kirchner subía al helicóptero en la Base Naval para regresar a Buenos Aires, luego de recibir a la Fragata Libertad con una concentración partidaria. Allí se había trasladado la seguridad: había cientos de uniformados merodeando las calles de Playa Grande y la zona portuaria. Hay en la ciudad, de acuerdo a los anuncios del Ministerio de Justicia y Seguridad, desde el 15 de diciembre, unos 8.000 uniformados con todo su equipamiento.
“Igual, falla la prevención. Esos tipos van y vienen armados por la ciudad como si nada, nadie los ve, nadie los para”, sostuvo a Clarínuna alta fuente judicial disconforme con la actuación policial.
La muerte de Piva, después de la del verdulero La Bella, suscitó polémica en la ciudad. Concejales opositores pidieron la renuncia del jefe de la Policía, Ramón Negretti, y del director de seguridad de la comuna, César Ventimiglia.
En ambos crímenes la Policía actuó del mismo modo. Hizo operativos cerrojo, intentando dar con los asesinos (por la descripción de testigos, se sabe que no actuaron los mismos ladrones), pero en ninguno de los casos consiguieron resultados positivos y los asaltantes siguen prófugos.
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