Se trata de una joven que es voluntaria de la Iglesia Anglicana y fue abusada por el chofer de un taxi que abordó en la terminal. El jefe de Policía dijo que la detención del abusador es inminente.
Una voluntaria de la Iglesia Anglicana, de nacionalidad suiza, se presentó en la comisaría 1, junto a miembros de esta comunidad religiosa a denunciar la privación ilegítima de su libertad seguida de un abuso sexual, que sufrió de parte del chofer de un taxi que abordó el sábado en inmediaciones de la terminal de ómnibus.
La ciudadana suiza hizo un relato y dio precisiones acerca del sujeto que la ultrajó como así también del vehículo en el que se movilizaba, además de aportar datos muy precisos de los movimientos del abusador, tanto en el interior del auto como afuera del mismo.
La joven se identificó como Jael Krummernacher, de nacionalidad suiza, y dijo que se desempeña como voluntaria social de su iglesia.
En su denuncia expresó que ni bien abordó el vehículo el joven chofer, de unos 30 años, de tez blanca y pelo ensortijado entabló conversación con ella.
La pasajera suiza le pidió que la llevase hasta el shopping, porque debía hacer unas compras antes de regresar hacia su tierra natal.
Según la denuncia, el chofer le dijo que no podía irse de Salta sin contemplar la ciudad desde las alturas, lo que -le dijo- no le iba a llevar ni dos minutos.
Acto seguido la paseó por detrás del monumento a Güemes, para luego detener el automóvil en una calle desolada.
Allí, según la joven, el chofer ingresó al asiento de atrás y comenzó a besarla y poco después le quitó las prendas de vestir y consumó el acto sexual. Al terminar, arrojó el preservativo que había usado sobre el pavimento.
A pesar de hallarse shockeada, el chofer la condujo hasta el shopping y le cobró la tarifa correspondiente.
A pesar de hallarse shockeada, el chofer la condujo hasta el shopping y le cobró la tarifa correspondiente.
La víctima, según su relato, se dirigió hasta la sede de la iglesia anglicana de avenida Entre Ríos al 300, donde fue asistida. Luego que se recuperó del trauma producido por el lamentable hecho, cerca de las tres de la madrugada, se dirigió hasta la comisaría 1, donde radicó la correspondiente denuncia. Poco después fue examinada por el médico legal de Policía, quien halló rastros del abuso y de líquido seminal en el pubis y las prendas íntimas de la joven.
Ni bien trascendió el tenor del suceso, se disparó una intensa investigación que afectó al personal de las comisarías 1, 9 y a la Brigada de Investigaciones. El jefe de Policía, Marcelo Lami, dijo a El Tribuno que -tal como relatara la pasajera suiza- el preservativo del violador fue hallado en el lugar del hecho, de donde también se recogieron muestras de semen.
“Hemos obtenido el video de las cámaras de seguridad de la terminal y la detención del sujeto es cuestión de horas. Este caso lo vamos resolver de manera urgente, para llevar tranquilidad a la ciudadanía y a los visitantes”, aseguró el funcionario.
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