The european observer

viernes, 1 de junio de 2012

Caso Érica Soriano: noticias varias


Para los peritos, el novio de Erica es un psicópata agresivo



Lo describen como “mentiroso” y “manipulador”. Daniel Lagostena es el principal acusado de matar a la joven, que estaba embarazada. El informe de los psiquiatras fue una de las claves para detenerlo. “Simula emociones que no tiene”, señalaron.


Tiene una personalidad psicopática con rasgos narcisistas y egocéntricos. Demuestra una hostilidad reprimida, mucha agresividad y falta de preocupación por los demás. Intenta controlar el entorno y muestra indicadores de conflictos sexuales. No muestra culpa. Es duro, mentiroso, superficial. También es mediocre, arrogante, engañoso y manipulador”. Esa fue la personalidad que reveló la pericia psiquiátrica hecha a Daniel Lagostena (51), detenido el miércoles como acusado de matar a su pareja, Erica Soriano (30).
Los exámenes, a los que accedió Clarín, fueron una de las claves para que el fiscal Germán Loureyro pidiera el arresto de Lagostena, quien en la mañana de ayer fue indagado (ver Se negó...). Su novia –embarazada– está desaparecida desde el 21 de agosto de 2010.
Según este informe, en la entrevista con los psiquiatras Lagostena fue irónico, se hizo repetir varias veces las preguntas y se burló de los profesionales. Quiso demostrar control de la situación, hacerse ver superior y víctima de la Justicia y de la Policía, a la que señaló como “tendenciosa”, dijeron los peritos.
“La desaparecida es su pareja, pero él se ubica rápidamente en víctima, tratando de desdibujar la figura de Erica. No coincide la conducta desplegada a partir de la desaparición de su pareja con el amor intenso que dice profesarle”, detalla el informe pericial.
La pericia agrega que Lagostena “tiene emociones huecas, superficiales y volátiles, y un sentido desmesurado de su propia valía”. Según los peritos, “le exigía de Erica una admiración que no estaba acorde con su trayectoria y logros”. Luego revelaron que el hombre, “para causar buena impresión en los demás emplea diferentes estrategias, como simular emociones que no tiene, como amor y amistad, o contar historias que lo dejan en un buen lugar, aunque sean falsas y exageradas”. Y apuntaron: “Para él, los demás son objetos al servicio de su satisfacción”.
Los profesionales subrayaron también que “llama la atención la marcada frialdad (de Lagostena) para aquellos que tanto dice amar, especialmente Erica y el hijo de ambos (en referencia al embarazo). Es despreciativo y denigrador y desliza infidelidades por parte de Erica por él sospechadas, de las que toma conocimiento a partir de testimonios del expediente”.
Antes de Erica, Lagostena convivió con cinco mujeres (con la segunda tuvo un hijo). Tres de ellas ayudaron a delinear su perfil: declararon que fueron maltratadas y golpeadas violentamente por él.
Alejandra T. convivió con Lagostena ocho años. Reveló que el hombre acostumbraba a pegarle patadas en el abdomen y en la cabeza hasta que la dejaba desmayada en el piso. También declaró que cuando estaba enojado la despertaba a medianoche y le tiraba agua fría con un balde.
Otra ex pareja del detenido, María C., dijo que a los siete meses de estar con él quedó embarazada. “Daniel me pidió que no tenga el bebé. En dos oportunidades me pegó, siendo que en una de esas ocasiones me provocó un corte en la cabeza”, aseguró.
La Justicia sospecha que Erica –quien tenía una hija de 13 años de otra pareja– habría vivido una violencia similar. La hipótesis fiscal es que el 21 de agosto de 2010 nunca salió de la casa de Lanús en la que convivía con Lagostena desde hacía 3 meses, como aseguró el sospechoso. Se cree que, en cambio, habría sido asesinada allí adentro entre las 22 del día anterior y las 5 de la madrugada.
Según la causa, en la tarde del 20 la pareja fue al médico. Al volver, Erica llamó a una amiga: fue la última vez que se supo de ella. Luego habría empezado una discusión que terminó en muerte.
El abogado de la familia de Erica, Marcelo Mazzeo, destacó otras pruebas que involucran a Lagostena: una mancha de sangre debajo de una mesa de la casa, que había sido lavada, y restos de una bombacha quemada en la chimenea. El cuerpo, sin embargo, aún no apareció.
OTRA

Le revisaba hasta los boletos de colectivo y le prohibía usar calzas

Según testigos, Lagostena estaba obsesionado con la idea de que la joven lo engañaba.


Daniel Lagostena era obsesivo y celoso. Había logrado enamorar a Erica, pero en poco tiempo la vida de la mujer viró en un calvario que no alcanzó a evadir , según se describe en la causa judicial. Dos días antes de desaparecer, le había adelantado a su madre que estaba viviendo “un infierno”. Aunque enseguida lo minimizó, para no preocuparla: “Pero quedate tranquila, estoy exagerando.
Ya lo voy a solucionar ”. No pudo.
Los temores que había entre los amigos y familiares de la joven se instalaron como certezas una vez que ella desapareció, de acuerdo a lo que declararon en el expediente. Daniel ya les había anticipado varias veces que, si se enteraba que Erica le era infiel, “la mataba” . La amenaza sonaba a broma, pero luego todo tomó otro sentido. Como las veces en las que él los había indagado sobre el pasado amoroso de Erica .
Según las declaraciones que hay en la causa, Daniel controlaba todos los horarios de la joven , corroboraba lo que le decía revisándole los boletos de colectivo y se enfurecía si llegaba más tarde de lo habitual. No la dejaba salir vestida como quería y no le permitía usar calzas porque se ajustaban mucho a su cuerpo . No le gustaba que saliera maquillada. Le revisaba los e-mails. Le vigilaba todos los contactos en Facebook.
Erica estaba contenta por su embarazo. Pero en el último tiempo se la veía mal, demacrada . Las peleas con Daniel se reiteraban, incluso por mail, estando ella en su trabajo.
La chica apenas se encontraba con sus amigas a solas. Y si lo hacía,Daniel le exigía que no hubiera hombres presentes . En una cena, extrañada, una de ellas le preguntó por qué estaba sacando tantas fotos. Erica le respondió que así podría probarle a su pareja dónde y con quién había estado , consigna el expediente.
Una vez, el novio de una sus amigas pasó 10 minutos a saludar por el lugar donde estaban. Erica, antes de irse, le pidió a su amiga que no contara que había estado el novio. Todo para evitar darle explicaciones a Daniel sobre qué hacía un hombre ahí.
Su pareja desconfiaba de todo, lo enloquecía la idea de que ella estuviera engañándolo. Incluso habían llegado a hacer terapia de pareja para trabajar el problema de los celos . El decía que Erica le escondía cosas, que le mentía.
Según consta en la causa, al principio Daniel parecía ser “encantador”. Pero en breve –su relación duró sólo 6 meses – Erica descubrió que estaba con un depresivo, que se medicaba, que se despertaba en medio de la noche para llorar, inseguro. Dicen que pensaba dejarlo. Para el fiscal, eso motivó el crimen.


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